Formas verbales que confunden en la redacción jurídica
En la redacción jurídica, el uso de los verbos no es un detalle menor. La elección precisa del tiempo, modo y formas verbales en la redacción jurídica puede cambiar completamente el sentido de una cláusula, una resolución o una demanda. Sin embargo, es común encontrar confusiones entre formas verbales similares, sobre todo cuando se usan de manera mecánica o poco reflexiva. En este artículo vamos a repasar las formas verbales que más dudas generan en los textos jurídicos y por qué es importante usarlas con criterio.
Tabla de contenidos
El pretérito imperfecto del subjuntivo
Es una de las formas más frecuentes y, al mismo tiempo, más automatizadas en la escritura jurídica. Se utiliza en condiciones hipotéticas, en subordinadas que expresan duda o posibilidad, o en formulaciones que remiten a actos no comprobados. Ejemplo: «Si el testigo hubiera declarado a tiempo…».
Pero también se usa muchas veces por inercia, cuando el contexto no lo requiere, generando textos que suenan arcaicos o innecesariamente complicados. Saber cuándo corresponde usarlo y cuándo no, es clave para mantener un estilo claro y preciso.
El uso del futuro compuesto
Aunque suena formal y elegante, muchas veces el futuro compuesto se emplea sin necesidad real. Frases como «El contrato se extinguirá cuando las partes hubieren cumplido con sus obligaciones» pueden reemplazarse por formas más directas y actuales como «cuando las partes hayan cumplido…».
El futuro compuesto sigue vigente en ciertos contextos normativos, pero su abuso puede volver el texto rígido o artificioso.
El condicional simple vs. compuesto
Otra fuente de confusión. Muchas veces se usa «correspondería» cuando en realidad el tiempo correcto sería «corresponderá» o «correspondió». El condicional expresa una consecuencia hipotética, no una acción directa. Confundirlo con el futuro o el pasado puede desdibujar el sentido de la frase.
Ejemplo: «Si el demandado no compareciera, se ordenaría su detención». ¿Es algo eventual o automático? La forma verbal tiene que reflejar con claridad la naturaleza de la acción.
Las perífrasis verbales que aportan ambigüedad
Construcciones como «deberá ser notificado», «podría ser requerido», «habría que considerar» pueden tener valor normativo o meramente especulativo. El contexto determina el efecto, pero si no se redactan con precisión, pueden generar dudas sobre si lo que se dice es obligatorio, deseable o simplemente una posibilidad.
La voz pasiva refleja
Una forma verbal muy extendida en los textos jurídicos es la voz pasiva refleja, que combina el pronombre “se” con un verbo en tercera persona. Frases como “se notificó a las partes” o “se resolvió la apelación” buscan centrar la atención en el acto más que en el agente que lo realiza.
Si bien su uso está justificado en muchos contextos del derecho por su neutralidad institucional, su exceso puede generar ambigüedad o impersonalidad excesiva. Es importante preguntarse si esa forma refleja con claridad lo que se quiere comunicar o si convendría optar por una estructura activa. Para profundizar sobre este tema, podés leer nuestro artículo: La voz pasiva refleja en el discurso jurídico: usos y límites.
Conclusión
Las formas verbales no son simples herramientas gramaticales: en derecho, son mecanismos para expresar obligaciones, consecuencias, supuestos y efectos jurídicos. Usarlas bien es una cuestión de rigor profesional. Por eso, antes de escribir, vale la pena preguntarse: ¿esta forma verbal refleja con claridad lo que quiero decir? Si no, es momento de revisar y reescribir.
Dominar el uso de los verbos es también parte de escribir con intención.